CADÁVERES EXQUISITOS

Una pálida luz parecía brotar del fondo del pozo. Iluminaba el cubo y la polea desde abajo y levantaba sus sombras hacia el muro de la casa con un aspecto tétrico, como de invierno muerto.

M. A.

Como el invierno muerto, como el visitante muerto. La joven contempló sus temblorosas manos cubiertas de aquella intensidad rojiza, que le aceleraba el pulso arrebatándole cualquier atisbo de cordura. "Sangre de mi sangre" susurró al fijar la mirada en el pozo que gritaba su pecado.

Cristina Cañete
 
De repente, desde la oscura boca del pozo, se empezó a alzar un sombra al compás de su respiración agitada. La figura parecía flotar frente a ella, mirándola con un rostro seco, como el de una calavera. Ella se quedó sin aliento, reconociéndolo al instante.

Lucía Gómez Posadas


Se trataba de mi temido amigo Carlos que pesaba en mi conciencia en todo momento, con el había disputado mi honra frente a todo el pueblo y de bien seguro me atormentaba para hacerme pagar por ello.

Teresa García-Atance
 
 
Lo más curioso era el aspecto del espectro. Se diría que acababa de venir de un concierto indie, con su camisa coloreada, su pelo teñido, sus bermudas naranjas y sus chanclas de goma. 
 
M.A.